15 mayo 2020

REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 2014 - Patrimonio Mundial H-B. Park Güell - Gaudí.

N° 4876 - 3,16 euros (multicolor).
Park Güell - Gaudí.

Detalle del sello.  


Sobre del Primer Día de Circulación.  

Prueba de Artista.

Matasellos 


REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 2014 - Patrimonio Mundial H-B. Park Güell - Gaudí.
Fecha de emisión: 24 marzo 2014
Valor facial: 3,16 euros (multicolor)
Formato de la hoja bloque: 104,5 x 150 mm 
Formato del sello: Circular    
Efectos en pliego: 25
Impresión: Calcografía, Offset, Hueco Barniz, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Grabador: Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Papel: Estucado, mate. engomado, fosforescente.
Tirada: 280.000 

Pocos artistas han tenido la fortuna de Antonio Gaudí en cuanto al número de obras, ocho en total, declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por parte de la UNESCO. Esta misma fortuna la tiene el arquitecto de Reus en la atención que la filatelia española le ha dedicado. Trece emisiones y quince sellos, que han ido apareciendo desde 1960, con motivo del I Congreso Internacional de Filatelia en Barcelona, hasta los dos que se emiten en este año. El primero de ellos, puesto en circulación el dos de enero y consagrado a la Puerta de la Finca Miralles, formando parte de la serie Arcos y Puertas Monumentales. El segundo, el que nos ocupa, dedicado al Park Güell, una de las obras del genial artista catalán, más conocida y visitada de su extensa producción.

Este proyecto, encargado una vez más por el empresario Eusebi Güell, consistía en la realización de una urbanización residencial sobre la agreste ladera suroeste del Monte Carmelo, más conocido como Muntanya Pelada, ubicada al norte de la ciudad de Barcelona. La intención común del promotor y del arquitecto era crear un espacio respetuoso con la naturaleza y que escapara a la especulación. Para esto último, Güell ofrecía a los posibles compradores un contrato enfitéutico, en el que se exigía un respeto absoluto hacia el entorno natural. Gaudí por su parte, influido por las ideas de Ebenezer Howard sobre las ciudades jardín británicas, de ahí la denominación anglosajona de “Park”, planificó el terreno dividiéndolo en sesenta parcelas triangulares, edificables sólo en su sexta parte y cuyas viviendas no podían ocultar la vista del mar ni privar del sol a sus vecinos. El resto del terreno estaba dedicado a zonas comunes: conserjería, caballerizas, mercado, actividades lúdicas y culturales…y un sinfín de calles, caminos, viaductos, plazas y escaleras, que permitían el tránsito en un lugar plagado de rocas y desniveles.

Las obras se ejecutaron de 1900 a 1914, período en el que solamente se logró vender una parcela a un abogado barcelonés amigo de Gaudí. El propio arquitecto se trasladó a vivir a la casa modelo, proyectada por su colaborador Francesc Berenguer; un año después Güell utilizó la antigua masía señorial, Casa Larrard, como domicilio familiar. Las condiciones de compra no sedujeron a la burguesía catalana de la época y el proyecto fracasó. Hay fracasos que se convierten en éxito; Güell comenzó a ceder el gran jardín privado para actos públicos y en 1922, cuatro años después de su muerte, el Ayuntamiento de Barcelona compró el recinto, abriéndolo a la ciudadanía en 1926.

El sello, de forma circular, reproduce el anverso de una moneda conmemorativa de dos euros dedicada al Park Güell. Tanto en el sello como en la hoja bloque se presenta un dragón, que se ha convertido en la imagen más popular del parque, situado en la escalinata que une la explanada de acceso con la Sala Hipóstila. La técnica del trencadís, mosaico realizado con fragmentos cerámicos unidos con argamasa, fue una creación de Gaudí, adoptada por el modernismo catalán y hoy en día utilizada por destacados arquitectos.
(Fuente: Servicio Filatélico de Correos).

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