19 diciembre 2019

REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 2001- SERIE BÁSICA.


Nº 3792 - 0,03 € (5 pesetas) azul y plata.
 (28 junio 2001)  
  

Nº 3793 - 0,24 € (40 pesetas) verde claro y plata.
 (4 mayo 2001)

Nº 3794 - 0,45 € (75 pesetas) rosa lila y plata.
 (28 junio 2001)

Nº 3795 - 0,60 € (100 pesetas) castaño y plata.
 (15 junio 2001)

REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 2001- SERIE BÁSICA.
Fecha de emisión: 2001
Valor facial: 0,03 € (5 pesetas) azul y plata (28 junio 2001), 0,24 € (40 pesetas) verde claro y plata (4 mayo 2001), 0,45 € (75 pesetas) rosa lila y plata (28 junio 2001), 0,60 € (100 pesetas) castaño y plata (15 junio 2001).
Formato: 24,8 x 28,8 mm.
Dentado: 12 ¾ y 13
Impresión: Huecograbado, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Papel: Estucado, engomado y fosforescente.
Tirada: Indefinido.
Pliegos: 80
Desde diciembre de 1975 en que apareció el primer sello con la figura de D. Juan Carlos I, al ser proclamado rey de España, se han emitido otros muchos con su efigie, en su doble vertiente de conmemorativos o serie básica. Conocido es que de los primeros se hacen tiradas determinadas, fijadas de antemano, y que, expendidos hasta su total agotamiento o hasta la fecha de caducidad, no se vuelven a emitir de nuevo. La serie básica, por el contrario, se caracteriza porque las tiradas son sucesivas y de cantidad indeterminada. Se programan de forma que haya existencias siempre a la venta con arreglo a la demanda.
La fosforescencia se aplica al papel de estos sellos por medio de un barniz especial, y sirve para que las modernas máquinas franqueadoras localicen el sello con el fin de inutilizarlo. Principal componente de este barniz es el fósforo, un metaloide que luce en la oscuridad.
Otra de las características de la serie básica es que siempre se representa, en los sellos que la constituyen, al Jefe del Estado. Prácticamente existe esta costumbre en todos los países desde que se creó el sello postal; aunque, curiosamente, se efectúa así en las monarquías y rara vez en las repúblicas. Ello ha contribuido, por un medio al que casi la totalidad de la población tiene acceso, a popularizar la imagen de la primera autoridad nacional. Modernamente es menor tal necesidad, dado que existen otros medios para la difusión de esta imagen. No obstante, se sigue haciendo así, pues no cabe olvidar el enorme número de estas pequeñas representaciones que se manejan y entrecruzan diariamente en cualquier país.
(Fuente: Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A.)

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