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| Dr. Carlos Jiménez Díaz y logotipo |
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Matasellos
del Primer Día de Circulación
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CENTENARIO
DEL ILUSTRE COLEGIO OFICIAL DE MÉDICOS DE MADRID
Fecha de
emisión: 18 de mayo de 1998
Valor: 35
pesetas
Tirada:
2.500.000
Papel:
Estucado, engomado, fosforescente
Estampación: Huecograbado
Tamaño
del sello: 40,9 x 28,8 mm. (horizontal)
Dentado:
13 3/4
Pliegos:
50 efectos
Coincidiendo
con el centenario de la creación del Colegio de Medicos de Madrid,
esta institución rinde homenaje, a través de la filatelia, a uno de
los más grandes maestros de la medicina española, el profesor
Carlos Jiménez Díaz.
Jiménez Díaz, del que
también se celebra el centenario de su nacimiento (Madrid
1898-1967), realizó sus estudios en la Facultad de Medicina de
Madrid. En 1929 se doctoró con Premio Extraordinario y tras obtener
las Cátedras de Clínica Médica en las universidades de Sevilla y
de Madrid, fundó en esta última universidad la Escuela de Patología
Clínica. En los años treinta, Jiménez Díaz comenzó a publicar
las clases que impartía, famosas por su extraordinaria calidad.
Defendió la enseñanza de la medicina al pie de la cabecera de los
enfermos, tras hacer detenidas exploraciones y redactar los
historiales clínicos. Pero, sin duda, lo más importante de su labor
científica ha sido la cooperación con investigadores de otros
países en descubrimientos y estudios colectivos, que han dado a la
ciencia médica un carácter universal.
Su obra
escrita se encuentra repartida en numerosos tratados, estudios,
ensayos y comunicaciones, que figuran entre las aportaciones más
importantes de la medicina española a la medicina universal. Su gran
sueño fue crear una institución donde se hiciera investigación
científica y clínica, y donde los enfermos pudieran ser estudiados
y tratados satisfactoriamente. Este sueño se hizo realidad en 1955
con la inauguración de un edificio en la Plaza de Cristo Rey de
Madrid, destinado a albergar al Instituto de Investigaciones Clínicas
y Médicas y a la Clínica de la Concepción. En 1963, ambos centros
adoptaron su nombre y pasaron a denominarse Fundación Jiménez Díaz.
Este proyecto supuso un nuevo concepto de hospital, ya que reunía en
un solo centro, y por primera vez en España, tres facetas: clínica
o asistencial, docente e investigadora. Jiménez Díaz fue miembro de
la Real Academia de Medicina; presidente de las Sociedades Españolas
de Alergia, Cardiología y Medicina Interna, y miembro de numerosas
instituciones internacionales.
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