Piezas de Andalucía, La Granja, Cataluña, Valencia, Mallorca y Cadalso de los Vidrios. |
ARTESANÍA
ESPAÑOLA – VIDRIO
Fecha
de emisión: 13 abril 1988
Valor
facial: 20 pesetas (6 sellos)
Dentado:
12 ¾
Impresión:
Calcografía y Offset
Tirada:
3.000.000
Pliegos:
36 (6 series)
No
se sabe cuando se empieza a fabricar el vidrio, aunque acerca de ello
corran versiones que no poseen suficiente rigor histórico para ser
aceptadas. El primer testimonio fidedigno es la existencia de objetos
de vidrio en las tumbas egipcias a partir del siglo XV antes de J.C.,
y su fabricación en esa época ya supone un importante logro, puesto
que la fusión del vidrio se consigue a partir de los 1.200 grados.
El nuevo material empieza a extenderse a lo largo de todo el milenio
anterior a J.C. y Plinio, en el siglo I, se extiende en pormenores
sobre su obtención y acerca de los procesos de fabricación en
distintos países.
Tampoco
existen datos sobre los orígenes del vidrio en España. La primera
noticia parece ser la mención de S. Isidoro (560-636), en sus
«Etimologías», al referirse a las vidrierías españolas de su
época. Cabe pensar que los romanos establecieran talleres en nuestro
país, aunque no existen pruebas de ello; y los objetos de vidrio
encontrados en tumbas fenicias y romanas, o los más notables
hallados en las excavaciones de Ampurias, pueden ser tanto de
fabricación indígena como importados. Tras la noticia, pues, de S.
Isidoro, sólo existen referencias concretas sobre los vidrios
fabricados en la época árabe, con sus características y las
fórmulas empleadas para colorearlos.
Los
sellos a los que esta hoja se dedica nos muestran, tal como se
hiciera un año antes con la cerámica, unas bellas piezas fabricadas
en nuestro país. Para ello se han elegido diversas procedencias, con
la intención de reflejar las variedades a que han dado lugar las
diferentes regiones españolas.
La
valenciana está representada por una copa incolora, del siglo XVIII,
con decoración vegetal y animal. Se encuentra en el Museo de Bellas
Artes de Valencia.
Una
jarra de tono azul claro representa a Cadalso de los Vidrios, un
pueblo de la provincia de Madrid cuyo nombre evidencia claramente su
dedicación a esta industria.
En
la Granja de San Ildefonso (Segovia) fue fabricada una dulcera, que
aparece en otro sello. También es del siglo XVIII, como asimismo la
jarra andaluza, con dos asas, de cuello cónico y depósito esférico,
fabricada en Castril (Granada), que puede admirarse en el Museo
Arqueológico de esta capital.
Restan
una bella y barroca almarraja del XVII, de fabricación catalana, que
se halla en el Museo de Perelada (Gerona), y un botellón actual de
vidrio transparente de procedencia balear, existente en el Museo
mallorquín de Palma.
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