MUSEO
POSTAL Y DE TELECOMUNICACIÓN
Fecha
de emisión: 30 noviembre 1981
Valor
facial: 7 pesetas, 12 pesetas, 50 pesetas y 100 pesetas
Dentado:
12 ¾
Impresión:
Calcografía
Tirada:
4.000.000
Hojita
bloque de 133,6 x 99,6 mm.
En
octubre de 1980
se
inauguró en Madrid el Museo Postal y de Telecomunicación, ubicado
en una de las alas del Palacio de Comunicaciones de Madrid, y a
finales de noviembre de 1981
se
emite una serie especial que conmemora el primer año de vida de este
Museo.
En
la instalación tienen un importante papel los antiguos medios,
desechados después a causa de los avances de la técnica, de que se
valieron el correo y el telégrafo español en tiempos pretéritos. Y
no sólo ello, puesto que hay multitud de otros objetos utilizados en
correos y telecomunicación junto a representaciones gráficas, a una
sección de Filatelia compuesta por una notable colección de sellos
y documentos —que aumenta progresivamente gracias a las donaciones
que se efectúan— y a una nutrida biblioteca donde existen libros
relacionados con los temas que el Museo recoge.
Los
cuatro sellos emitidos se lanzan en forma de hojita bloque, y, aparte
de ella, en pliegos en los que solamente constan los valores de siete
y doce pesetas, de mayor utilización. Los motivos recogidos en los
sellos son los siguientes:
En
el de siete pesetas se ve un antiguo aparato de telecomunicación,
hoy en desuso, manejado por un telegrafista. El
de
doce nos muestra uno
de los antiguos furgones que transportaban el correo hace más de un
siglo.
El emblema
de la Academia Iberoamericana y Filipina de Historia Postal es el
motivo del sello de cincuenta pesetas; y por último, el de cien
pesetas simboliza el importante legado que hizo el doctor Thebussem a
la Dirección General de Correos, y que puede admirarse en el Museo.
Citemos que «Dr. Thebussem», que viene a ser anagrama de la palabra
embuste, fue el seudónimo que utilizó D. Mariano Pardo de Figueroa,
erudito escritor e investigador bibliográfico, que nació en 1828 y
murió en 1918. Gran aficionado a la filatelia, realizó, entre otras
actividades, estudios relacionados con el servicio de Correos, que
fueron de gran utilidad, y por los cuales se le distinguió por el
Gobierno con el título de «Cartero honorario de España y de las
Indias», además de serle concedida la total franquicia para su
correspondencia.
El
Museo
Postal no sólo constituye un valioso instrumento de investigación e
información, sino que, a la vez, vivo y palpitante, es lugar idóneo
para diversos actos de variada índole, entre los cuales citaremos su
utilización como sala de exposiciones. De él cabe esperar un
efectivo papel en cuanto concierne a la Filatelia, Junto a la
facilidad que supone para el estudio, conocimiento y difusión de los
servicios de comunicaciones.
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