GABRIEL MIRÓ (1879-1930) |
FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645) |
SAN BENITO (480-543) |
CENTENARIO
1981
Fecha
de emisión: 17 junio 1981
Valor
facial: 6 pesetas, 12 pesetas y 30 pesetas
Dentado:
13 ¼
Impresión:
Calcografía
Tirada:
8.000.000
Pliegos:
20
Gabriel
Miró Ferrer, melancólico, introvertido, con una gran dosis de
circunstancias románticas en su vida y en su obra, nació en
Alicante en 1879; moría en Madrid en 1930. Estudió Derecho; no tuvo
éxito como opositor a la carrera judicial y, consciente de la
riqueza de su mundo interior, empezó pronto su labor literaria,
puesto que escribió su primera novela en 1901, y ya fue galardonado
por otra en 1908. De inmediato empezó a destacar su nombre, no
obstante su desinterés por el éxito comercial.
Paralelamente
a su tarea literaria, realizó funciones en la Diputación Provincial
de Barcelona, y después, en el Ministerio de Instrucción Pública.
Pero fue fundamentalmente escritor: hombre de gran pureza estética,
labró una prosa primorosa, cincelando con palabras sugerentes, como
un orfebre, una delicadísima obra en la que destaca la poetización
de la vida rural en su provincia natal. Citemos, en este contexto "El
libro de Sigüenza" y "Años y Leguas".
San Benito de Nursia (Nursia, 480 – Montecasino, 21 de marzo de 547) es considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente. Fundó la orden de los benedictinos cuyo fin era establecer monasterios basados en la autarquía, es decir, autosuficientes. Éstos comúnmente estaban organizados en torno a la iglesia de planta basilical y el claustro. Es considerado patrón de Europa y patriarca del monacato occidental. Benito escribió una regla para sus monjes que fue llamada "La Santa Regla" y que ha sido inspiración para las de muchas otras comunidades religiosas.
Las
letras españolas tienen en Francisco de Quevedo y Villegas a uno de
sus más preclaros ingenios; para algunos es su más elevado
exponente. Tal vez ha sido el más culto escritor y el más expresivo
y hondo poeta del idioma castellano, aunque a la vez fuera un hombre
enigmático, de amarga e hiriente pluma, de conducta contradictoria y
ambigua.
Nació
en 1580, en Madrid; estudió en Alcalá y Valladolid. Fue célebre su
cojera y su miopía: sus sempiternas gafas se llaman hoy "quevedos"
porque él las usó. Estuvo a las órdenes del duque de Osuna, sirvió
al Conde Duque de Olivares, casó a los 54
años
y se separó de su esposa pocos meses después. Caído en desgracia,
fue apresado por orden de Olivares en 1639 y sólo recobró su
libertad en 1643. Pero su salud no resistió el encierro, y llegó
hasta él la muerte, dos años después, en Villanueva de los
Infantes (Ciudad Real).
Su
excepcional cultura y su profundo conocimiento de todo lo humano le
llevaron a escribir las más altas prosas y poemas de la literatura
hispana. Pero sus mordaces sarcasmos, sus terribles sátiras, su
genio atrabiliario, le granjearon muchos enemigos, pues pocos se
libraron de sus ataques e ironías. Fue, en esencia, un ser superior,
aunque a la vez contradictorio, solitario y amargado, todavía hoy
escasamente comprendido.
A cidade onde moro chama-se São Bento (San Bento).
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