REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 2002 - 150 Aniversario nacimiento de Gaudi.

N° 3924- 0,50 euros (azul grisáceo y negro).
Templo Sagrada Familia.

Sobre Primer Día de Circulación.

Matasellos 

REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 2002 - 150 Aniversario nacimiento de Gaudi.  
Fecha de emisión: 27 septiembre 2002
Valor facial: 0,50 euros (azul grisáceo y negro).
Formato: 28,8 x 40,9 mm. (vertical).
Dentado: 13 ¾
Impresión: Offset, Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
Papel: estucado, engomado, fosforescente.
Tirada: 1.200.000 cada motivo.
Pliego: 50

Correos con esta emisión se hace eco y se une al amplio programa de actividades conmemorativas del 150 aniversario del nacimiento de Gaudí. Vio la luz Antonio Gaudí Cornet el 25 de junio de 1852 en Riudoms, concretamente en la masía de la Calderera, lugar localizado en el Campo de Tarragona. Las peculiaridades de su entorno natural mediterráneo, la brillante cromática y atmósfera transparente, las formas concretas y precisas de sus arquitecturas, sin duda, influyeron en la forja de su personalidad. El pensamiento humano y artístico de Antonio Gaudí, su labor de arquitecto, artista y decorador nos son descubiertas a través de las muchas exposiciones que durante este año se están celebrando en todo el país. De la manera de ser del genio gaudiniano se ha dicho de todo: que era humilde y altivo, entrañable y desagradable, masón e integrista, religioso y pagano. Pero cualquiera que se interese en lograr un perfil biográfico del personaje verá que muchos de esos adjetivos son exagerados si no erróneos. Es cierto que Gaudí, como todo joven , resultó ser apasionado, irascible e impetuoso. Ahora bien, llegados los años de madurez, emergieron en él sus convicciones religiosas que, aunque no exentas de momentos de crisis, surgían reavivadas hasta convertirle en un cristiano modélico. El Gaudí pensador se nos manifiesta en sus proyectos, hallazgos y reflexiones. Hombre de gran carácter, de imaginación prodigiosa y de cualidades antagónicas. Quizá en la existencia de estas últimas hallemos la base de su enigmática genialidad. Para el Gaudí arquitecto fue la arquitectura la primera de todas las artes ya que, según él, las demás artes necesitaban de ella. Aseguraba que sin arquitectura no era posible que hubiera museos, ni salas de conciertos, ni de espectáculos. En los edificios, esculturas y diseños de este genio singular y autodidacta, de formas hiperbólicas, helicoidales y orgánicas naturales, conocidas de la observación del entorno a las que une su capacidad creadora e inventiva y su profundo conocimiento de las artes clásicas, hallamos la génesis de su obra. De su innovadora inventiva y creación quedan como testimonios el templo de la Sagrada Familia, el parque Güel, las casas Vicens, Calvet, Bellesguard, Batlló y Milà en Cataluña, la villa El Capricho en Comillas y el palacio Episcopal de Astorga y casa de Botines en León. Herido de muerte al ser atropellado por un tranvía, el 7 de junio de 1926, falleció tres días después en el Hospital de Santa Cruz.
(Fuente: Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A.)