Predicción y vigilancia del tiempo |
Detalle del sello |
REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 1999 – AEROGRAMA
Fecha
de emisión: 4 junio 1999
Valor
facial: 85 pesetas
Tirada:
ilimitada
Si
bien la atmósfera y los fenómenos que en ella se producen han
interesado siempre al ser humano, la meteorología es una ciencia
reciente, pues hasta el siglo XX no se han desarrollado las técnicas
para la observación de tales fenómenos y las posibilidades
tendentes a su predicción. Los diversos equipos para la investigación de altura, y las instalaciones terrestres de todo
tipo, han permitido que durante la segunda mitad del siglo que
finaliza se avance dentro de este aspecto en muy alto grado.
La
meteorología es una rama de la geofísica. En nuestro país funciona
el Instituto Nacional de Meteorología, dependiente del Ministerio de
Medio Ambiente, con más de cinco mil instalaciones terrestres de
distinta capacidad y función, que se ocupan de la recogida de datos
de diversa índole. Aparte de ellas, envían también información
globos, satélites e incluso aviones. El resultado permite establecer
cartografías atmosféricas a diversas alturas que facilitan los
estudios sobre la atmósfera y posibilitan la predicción a corto y
largo plazo, necesaria hoy para nuestra información, pero
indispensable, y aun fundamental, en la navegación marítima y aérea
además de en otras importantes actividades, pues permite adoptar
medidas de seguridad con la adecuada anticipación.
Una
gran diversidad de material técnico, necesario para los distintos
aspectos de la observación, y personal especializado, constituyen
el sólido fundamento de esta nueva ciencia. Existe un organismo
superior de vigilancia que recoge y coordina los datos de todo el
orbe, la Organización Meteorológica Mundial, a cuyas funciones de
investigación climática se añade la de difundir la información
que reúne y clasifica.
El
aerograma de 1999 reproduce
un globo sonda de los que recogen información en la atmósfera.
Estos globos llevan normalmente diversos instrumentos de medida,
incluso radiosondas, y pueden ascender hasta una altura de 30
kilómetros. Se muestra también un mapa de
isóbaras, nombre que se da a las líneas que señalan
cartográficamente los puntos de la Tierra que tienen la misma
presión atmosférica, presión que se expresa con unidades de medida
llamadas milibares. El sello nos ofrece la imagen de una estación de
radar para la función meteorológica.
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