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| Bolos |
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| Trompo |
EUROPA
– CEPT 1989
Fecha
de emisión: 5 mayo 1989
Valor
facial: 40 pesetas y 50 pesetas
Dentado:
14x 13 ¾
Impresión:
Huecograbado
Tirada:
3.000.000
Pliegos:
80
La
serie de sellos que bajo la genérica denominación de Europa se
emite en el Continente, tiene como motivo el año 1989 algo tan
amable y encantador como son los juegos infantiles. Y resulta
satisfactorio que Europa, a través de los sellos, se ocupe de este
grato menester, desdeñando otros temas más tangibles y utilitarios.
El
juego es innato en el niño desde que tiene muy pocos meses, y su
práctica la efectúa de forma intuitiva con cualquier objeto que
puede manejar. A medida que su individualidad se vaya haciendo más
compleja, elegirá elementos lúdicos más diversificados; pero en
principio puede jugar, y de hecho así ocurre, con el objeto más
sencillo.
A
la vez que el niño crece, va modificando sus juegos. El juguete, o
el objeto que le sirve como tal despierta su curiosidad hasta el
punto de que resulta familiar la estampa del niño que termina
rompiéndolo para ver lo que hay en su interior. Finalmente, la
naturaleza sociable del ser humano se manifiesta en el niño cuando
busca y se complace en jugar en compañía de otros niños. Es
entonces cuando el juego se enriquece y toma multitud de formas, la
mayor parte de ellas establecidas sólidamente, pues han sido
transmitidas de manera inmutable
a través de sucesivas y numerosas generaciones. Todos conocemos
juegos, por haberlos practicado en nuestra niñez, que tienen remoto
origen y que vemos repetir a las generaciones que nos suceden.
Los
sellos nos ofrecen dos motivos concretos. Uno de ellos es los bolos,
juego también de adultos. Los bolos son redondos, y se hacen rodar
en un terreno liso con diversas formas o modalidades. Una de ellas es
la reflejada en el sello, en la cual se arrojan hacia unos cilindros
colocados a cierta distancia con el fin de derribarlos. La
simplicidad de este juego, que consiste en hacer rodar unas esferas
sobre un plano, hace suponer su antigüedad y explica que no existan
datos sobre su origen.
En
cuanto al trompo respecta, se le conoce como juego infantil desde
tiempos remotos. Se han encontrado trompos en muchas excavaciones
arqueológicas, y Virgilio, el poeta latino, ya explicaba su manejo.
Casi es innecesario decir que el trompo es un trozo de madera con
vaga forma de pera que lleva un pico o púa metálica en su parte
inferior; y se le hace girar con una cuerda arrollada que se suelta
tras de un fuerte tirón.
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