Navío de San Juan Nepomuceno |
Navío San Telmo |
Matasellos
del Primer Día de Circulación
|
BARCOS
DE ÉPOCA
1995
Fecha
de emisión: 7 abril 1995
Valor
facial: 19 pesetas (4 valores) y 30 pesetas (4 valores)
Dentado:
14 x 13 ¾
Impresión:
Calcografía, Offset
Tirada:
1.500.000
Hojitas
de 87x164mm
Durante
el siglo XVII, España, no obstante sus extensos territorios
ultramarinos que se extienden desde Italia y Flandes hasta
Filipinas pasando por los de América, posee una armada insuficiente
para proteger las numerosas rutas que unen esas tierras con la
metrópoli. A principios del siglo XVIII, Inglaterra, Francia y
Holanda ya son potencias navales, lo que constituye para nuestro país
un peligroso desequilibrio.
En
1714, Felipe V, consciente de esa deficiencia, pone las bases de una
importante fuerza naval, pues se inicia entonces la fabricación de
buques por técnicos que dominan las matemáticas y poseen nociones
de hidrodinámica, desterrando la construcción de los toscos y
pesados navios anteriores. La culminación de este fecundo periodo
liega con el Marqués de la Ensenada, que ocupa la Secretaría de
Marina en 1743 y llama a colaborar con él a excelentes marinos como
Jorge Juan, un gran científico además, bajo cuyas directrices, tras
su estancia en Inglaterra para estudiar la construcción de buques,
se realizan varias series de navios que sitúan a España a ¡a
cabeza del progreso técnico en este aspecto,
Más
tarde, con el acceso de Carlos III a la corona, se modifica la
orientación de esta actividad empleando los sistemas franceses.
Fruto de ello es un buen número de veleros que se construyen en
diversos astilleros españoles, el de La
Habana
entre ellos. Del situado en Guarnizo (Santander) sale en 1776 el "San
Juan Nepomuceno", que aparece en cuatro sellos de 19 pesetas
insertos en la hojita "Barcos de España". Este buque, con
1600 toneladas y 74 cañones, estuvo al mando de Churruca, un marino
de los llamados "ilustrados", nacido en 1761, responsable
de los aspectos astronómicos y científicos de la expedición al
Estrecho de Magallanes en 1788 y la realizada a América del Norte en
1792. Era brigadier de la Armada y murió, negándose a rendirse, en
la batalla de Trafalgar a bordo del "San Juan Nepomuceno".
El navio fue remolcado por los ingleses a Gibraltar como botín de
guerra.
El
segundo de los barcos de época, en la hojita con sellos de 30
pesetas, es el "San Telmo", también de 74 cañones, de una
serie construida en El Ferrol muy pocos años después del anterior.
Esta
política naval llevó a que España fuera la
segunda potencia mundial en este orden tras de la inglesa. Pero con
Carlos IV se inicia el declive; la flota está muy
por encima de las posibilidades económicas del país, la integran
más de 110.000 hombres y exige unas inversiones que no es posible
soportar. Trafalgar, en 1805, será la
simbólica tumba de la marina "ilustrada" española del
siglo XVIII.
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