Busto del Conde de Peñaflorida y símbolo de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País |
II
CENTENARIO DE LA MUERTE DE XAVIER M.a
DE MUNIVE
Fecha
de emisión: 11 diciembre 1985
Papel
fosforecente
Valor
facial: 17 pesetas
Dentado:
13 ¼
Impresión:
Calcografía
Tirada:
4.000.000
Pliegos:
80
Las
Sociedades Económicas de Amigos del País constituyen una loable
iniciativa para promover el desarrollo cultural y económico español;
son una muestra más del fecundo período que caracterizó el reinado
de Carlos III. Decaen por entonces las culturas minoritarias del
Renacimiento y se asiste, como movimiento pendular, a una ascendencia
de la burguesía, que junto a la nobleza - especialmente la nobleza
media - aspira, en el marco de la Ilustración, a promocionar la
cultura y el desenvolvimiento comercial e industrial. Este fenómeno,
característico en la segunda mitad del siglo XVIII, se ve respaldado
por la protección real, pues Carlos III es un impulsor de cuanto
reduzca la distancia que ya entonces separa a nuestro país de otros
más evolucionados de Occidente.
La
primera de estas Sociedades se fundó en Vergara (Guipúzcoa) en
1765, y fue su promotor D. Fco. Javier M.ª de Munive Idiáquez,
conde de Peñaflorida, nacido en Azcoitia en 1729. Munive recibió
una esmerada educación en España y Francia, y practicó una gran
dedicación a las letras y a las artes. Su casa era punto de reunión
de las más descollantes personas de los pueblos limítrofes, que
discutían en ella cuestiones de interés general; estas reuniones
fueron el germen de la "Real Sociedad
Bascongada
de Amigos del País", que un año después ya publicó un libro
sobre sus actividades y en 1770 editó sus Estatutos, que sirvieron
de modelo a similares sociedades. Munive fundó, además, el
Seminario de Vergara; y a él se debe, igualmente, la creación de la
Casa de la Misericordia en Vitoria.
El
sello conmemora el II Centenario de la muerte del caballero
vascongado, acaecida en 1785. Se reproduce en él un medio busto del
conde, obra del grabador Carmona, junto al símbolo de la Asociación
por él fundada, con la inscripción «Irurac Bat», que se traduce
por "las tres hacen una", con obvio significado.
Las
Sociedades de Amigos del País proliferan a partir de la de Vergara.
Las estimula decididamente el político Campomanes y el propio Carlos
III inscribe a sus hijos en la de Madrid. Temas como la elevación
del nivel de vida en los estratos populares, explotación racional de
las riquezas naturales, promoción social de la mujer, reforma
universitaria, distribución de la tierra, libertad religiosa y
tantos otros, fueron objeto de estudio en ellas. Pero el viraje
político de fines del XVIII, consecuencia de la revolución
francesa, obró para que se miraran con reticencia por parte del
poder. Ello, junto a la guerra de la Independencia y las convulsiones
políticas subsiguientes, produjeron la extinción de la mayor parte
de ellas.
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