09 febrero 2018

REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 1999 – AEROGRAMA 1999



Predicción y vigilancia del tiempo

Detalle del sello


REINADO DE JUAN CARLOS I. AÑO 1999 – AEROGRAMA 
Fecha de emisión: 4 junio 1999
Valor facial: 85 pesetas
Tirada: ilimitada

Si bien la atmósfera y los fenómenos que en ella se producen han interesado siempre al ser humano, la meteorología es una ciencia reciente, pues hasta el siglo XX no se han desarrollado las técnicas para la observación de tales fenómenos y las posibilidades tendentes a su predicción. Los diversos equipos para la investigación de altura, y las instalaciones terrestres de todo tipo, han permitido que durante la segunda mitad del siglo que finaliza se avance dentro de este aspecto en muy alto grado.
La meteorología es una rama de la geofísica. En nuestro país funciona el Instituto Nacional de Meteorología, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, con más de cinco mil instalaciones terrestres de distinta capacidad y función, que se ocupan de la recogida de datos de diversa índole. Aparte de ellas, envían también información globos, satélites e incluso aviones. El resultado permite establecer cartografías atmosféricas a diversas alturas que facilitan los estudios sobre la atmósfera y posibilitan la predicción a corto y largo plazo, necesaria hoy para nuestra información, pero indispensable, y aun fundamental, en la navegación marítima y aérea además de en otras importantes actividades, pues permite adoptar medidas de seguridad con la adecuada anticipación.
Una gran diversidad de material técnico, necesario para los distintos aspectos de la observación, y personal especializado, constituyen el sólido fundamento de esta nueva ciencia. Existe un organismo superior de vigilancia que recoge y coordina los datos de todo el orbe, la Organización Meteorológica Mundial, a cuyas funciones de investigación climática se añade la de difundir la información que reúne y clasifica.
El aerograma de 1999 reproduce un globo sonda de los que recogen información en la atmósfera. Estos globos llevan normalmente diversos instrumentos de medida, incluso radiosondas, y pueden ascender hasta una altura de 30 kilómetros. Se muestra también un mapa de isóbaras, nombre que se da a las líneas que señalan cartográficamente los puntos de la Tierra que tienen la misma presión atmosférica, presión que se expresa con unidades de medida llamadas milibares. El sello nos ofrece la imagen de una estación de radar para la función meteorológica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.