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PRE-
OLÍMPICA BARCELONA '92 ( SERIE II )
Fecha
de emisión: 7 marzo 1989
Valor
facial: 8+5 pesetas, 18+5 pesetas, 20+5 pesetas y 45+5 pesetas
Dentado:
13 ¾ x14
Impresión:
Huecograbado
Tirada:
2.200.000
Pliegos:
30
La
actividad incesante en la que Barcelona está inmersa ante la cita de
1992, se refleja igualmente en los sellos que se hacen eco de la
Olimpíada. En octubre de 1988 salía a la luz la primera serie
pre-olímpica, y cinco meses después aparece la segunda, como un
nuevo toque de atención acerca del acontecimiento deportivo que
tendrá su sede en la, Ciudad Condal.
Las
emisiones están programadas con un ritmo de dos anuales hasta 1992,
y se tiene el propósito de recoger, en las ocho series preolímpicas
previstas, los 25 deportes que van a estar representados en los
Juegos. En la primera serie figura el logotipo del Comité Olímpico
de Barcelona, diseñado por Josep María Trías, y tres deportes
olímpicos, según dibujos de Pere Torrent.
La
segunda serie, a la que dedicamos el presente comentario, consta de
cuatro sellos; no obstante, se anuncia que las futuras constarán de
tres valores. En estos cuatro sellos figuran otros tantos deportes
olímpicos. El de 8 + 5 pesetas intenta reflejar el balonmano, «con
una red llena de brazos, piernas, cruces y vuelos». El de 18 + 5
pesetas se dedica al boxeo, y «representa el ojo vivo,
simétricamente lleno de puños». El tercero tiene un valor facial
de 20 + 5 pesetas: dedicado al ciclismo, «reproduce la imagen de un
ciclista queriendo atrapar su propia sombra». Y, finalmente, el de
45 + 5 pesetas, rememora el deporte de la equitación, con «un
paisaje bucólico relleno de arquitectura, historia antigua de
caballos y caballeros, difuminado por el movimiento y el salto».
Las
frases entrecomilladas son transcripción literal de la Orden de 6 de
marzo de 1989 (Boletín Oficial del Estado núm. 56 de 7 de marzo de
1989) que dispone la emisión de esta serie, y es sorprendente el
cambio que experimenta la siempre prosaica y aséptica literatura
oficial al describir la ilustración de los sellos, pues para ello se
han utilizado expresiones sugerentes, pintorescas en algún caso, e
imágenes que en ocasiones no resulta fácil encontrar en la
correspondiente ilustración.
Se
ha confiado en artistas de reconocida fama para el diseño de los
sellos. Los cuatro de esta segunda serie se deben a Rafael
Bartolozzi, nacido en Pamplona en 1943 y formado artísticamente en
Barcelona. Además de la pintura, trabaja la escultura y la cerámica;
ha expuesto en numerosos países, tiene obra en diversos museos
españoles y extranjeros y famosas realizaciones públicas.
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